QUE ES JUVENTUD MISIONERA
Es un servicio de animación misionera ofrecido por las Obras Misionales Pontificias desde la Propagación de la Fe para ayudar a los jóvenes a crecer en la fe católica y a realizar la propia vocación con espíritu misionero universal. Para ello asocia en grupos FERMENTO a los jóvenes que más se comprometan en la animación misionera de los otros jóvenes.
QUE SE PROPONE LA JUVENTUD MISIONERA
2- Fomentar en cada uno y en los demás jóvenes el espíritu misionero universal.
3- Apoyarse mutuamente en el cultivo de la vocación misionera.
4- Promover la cooperación espiritual y material para la evangelización universal de los no cristianos.
5- Fomentar y vivir el espíritu misionero en cada uno, en las familias y con los demás jóvenes.
6- Salir a evangelizar MÁS ALLÁ DE LAS FRONTERAS, conforme a las posibilidades y a la propia vocación.
PARA QUIENES ES LA JUVENTUD MISIONERA
- Todos los jóvenes que tienen una firme voluntad de formarse y de prestar un servicio misionero.
- Todos los jóvenes que estén dispuestos a participar de las actividades de la Juventud Misionera.
- También forman parte de la J.M los asesores y colaboradores que se vinculen a ella con sus servicios.
- Los principales invitados son aquellos que terminan su proceso en la Infancia Misionera, a los cuales se les invita a entrar en el pre-juvenil misionero (primer nivel de J.M).
NUESTRA MISIÓN SE FUNDAMENTA EN LA MISIÓN DE JESÚS
Jesucristo es el único salvador de la humanidad. Él da a conocer a Dios, comunica la Verdad que hace libres, es el único mediador entre Dios y los hombres, porque es quien se encarnó y se hizo Hombre y por su Cruz y su Resurrección, alcanzó la salvación para todos y todas.
Él es el centro y fin de toda la historia. Ofrece la vida nueva, la vida de Dios y su Reino, por la acción del Espíritu Santo. "El Espíritu Santo es el protagonista de la misión pues es Él quien envía, quien guía a la misión y quien hace misionera a la Iglesia operando en todo tiempo y lugar. El da impulso a la actividad misionera infundiendo valentía apostólica en cada uno de sus discípulos"(cfr. R.M cap. III).
LOS JÓVENES SOMOS MISIONEROS.
Los jóvenes, dentro de la Iglesia, han recibido el mandato de evangelizar (Mt. 28, 18-20). Las palabras de Jesús expresadas a sus discípulos, " vayan y evangelicen por todo el mundo", se dirigen HOY a los jóvenes. Esto implica que tienen una misión universal de llegar a todos los sectores de la humanidad, a todas las regiones de la tierra y a todas las gentes; a todas las culturas, especialmente a las más necesitadas y sobre todo a otros jóvenes.
La salvación, que es don del Espíritu Santo, exige la colaboración del hombre para salvarse, tanto a sí mismo como a los demás. El servicio de la Juventud Misionera se ubica dentro de la opción preferencial por los jóvenes que ha reafirmado la Iglesia en su documento de Santo Domingo, números 114 a 120.
PARTICIPAMOS EN LA MISION DE LA IGLESIA.
Jesucristo envió a sus Apóstoles a todas las personas y pueblos, a todos los lugares de la tierra. Por medio de los apóstoles, la Iglesia recibe una misión universal, que no conoce confines y concierne a la salvación en toda su integridad, de conformidad con la plenitud de vida que Cristo vino a traer (Jn. 10, 10).
La Iglesia es la primera beneficiaria de la salvación ofrecida por Jesucristo. Él vive en ella, fomenta su crecimiento y por medio de ella cumple su misión. Ella ha sido enviada como Luz del mundo y Sal de la tierra (R.M. 9).
Las tres tareas que la Iglesia cumple al servicio del Reino son la referencia para la vida y misión de la Juventud Misionera:
1- El anuncio que llama a la conversiòn. Éste es el primero y fundamental servicio a la venida del Reino en las personas y en la sociedad humana.
2- La fundación de comunidades e institución de Iglesias Particulares, elevándolas a la madurez de la Fe y la Caridad, mediante a la apertura a los demás, con el servicio a la persona y a la sociedad.
3- La encarnación y difusión en el mundo de los valores del Evangelio que son expresión de este Reino y ayudan a los hombres y mujeres a acoger el designio de Dios.
Esta misión de la Iglesia es única al tener el mismo origen y finalidad, pero en el interior de la Iglesia hay tres tareas y actividades diversas conforme a las circunstancias en que la misión se desarrolla:
MISION AD GENTES.
Consiste en llevar el Evangelio a cuantos no conocen todavía a Cristo, Redentor del hombre y la mujer: pueblos, grupos humanos, contextos socioculturales, comunidades que aún no encarnan la fe en el propio ambiente.
ACTIVIDAD PASTORAL.
Es hacer madurar las comunidades eclesiales y fomentar los valores del Evangelio entre los católicos comprometidos.
NUEVA EVANGELIZACIÓN.
Es la misión hacia los católicos alejados: una situación intermedia, especialmente en los paises de antigua cristiandad, pero a veces también en las Iglesias jóvenes, donde grupos enteros de bautizados han perdido el sentido vivo de la fe o incluso no se reconocen ya como miembros de la Iglesia, llevando una existencia alejada de Cristo y de su evangelio.
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